Toda una vida luchando por alcanzar la felicidad siempre deseada, para conseguir al amor de su vida... Y tras ello, errores, traición, celos, muertes, infidelidad, venganza, caprichos... El no saber tomar buenas decisiones y no aclarar sus sentimientos, llevarán a Elena a tener un corazón caprichoso.



lunes, 1 de agosto de 2011

"Corazón caprichoso" Capitulo 28: Primera parte

Bueno, la verdad, me lo merecía, me había aprovechado de su cariño demasiado.
 “¡No! Elena, no te lo mereces, intenta soltarte, cógele la pistola”- pensó mi conciencia.

Él seguía desgarrándome, poco a poco bajaba su mano por mi intimidad, pero no era agradable, todo lo contrario. Sentía repugnancia, asco, quería que parara, pero él tenía intenciones de seguir. Tanto que consiguió bajarse un poco el pantalón, lo suficiente para poder sacar su miembro, con la intención de penetrarme salvajemente.

Tenía que actuar, David no podía moverse, tenía que parar aquello como fuera. ¿Pero qué podía hacer? Si con la fuerza de Marcos no podía ni mover una mano. Pensaba y pensaba, pero en ese estado no podía pensar con claridad, pues los dedos de Marcos aun seguían dentro de mi y sus asquerosas babas se extendían por mis pechos. Miré a David; intentando pensar en otra cosa, sentía lástima por él, estaba sufriendo por mí, por mis caprichos. No tenía perdón,  yo era alguien sin escrúpulos. Me desvanecí de esos pensamientos cuando de repente ví la cara de David guillarme un ojo, dándome una señal, como si quisiera decirme algo, intenté entenderle. Creo que David iba a distraer alguno de los dos. Fijo los ojos en mí con ternura y luego los fijo en la pistola que Marcos agarraba. David quería decirme que le intentara quitar la pistola cuando él me lo dijera. ¿Pero cuando me lo diría? Estaba nerviosa, no sabía si podría hacerlo, ¿y si fallaba en mi intento de arrebatarle el arma y lograba dispararnos a alguno de los dos?

De repente noté como Marcos me penetró, así sin más, estaba ausente, ya ni si quiera gritaba, no chillaba, no intentaba soltarme, me sentía débil, sin fuerzas. Pero fue tan salvajemente que noté dolor y un pequeño quejido salió por mi boca.

David se dio cuenta y enseguida se abalanzó, pero Carlos lo detuvo apretándole más el cuchillo contra la espalda.

-          ¡Aghhh, déjala ya maldito cabrón, la vas a matar hijo de puta!- decía David llorando y con los puños apretados.- ¡No sé quien coño eres, pero como no la sueltes te mataré yo mismo!

Marcos se quedó paralizado pero emitía una sonrisa ahogada. Se despegó de mi después de que notara un liquido en mi interior y se levanto para pegarle una buena paliza a David por su comentario. Se abrochó los pantalones, y me dejo ahí medio ida, inconsciente en el suelo, con los ojos abiertos observando el cielo, sin mover ni una parte de mi cuerpo, pero escuchando toda la conversación.

Mi conciencia me decía que tenía que ser fuerte, intentar levantarme y ayudar a David; pero otra vocecita en mi, me pedía que me quedase ahí tirada, que estaba débil y ya me salvaría alguien, y si no lo hacían no pasaba nada. Total, me lo merecía ¿no?
 Note como Marcos se acercó a David.

-          Vaya, vaya. Mira niñato, como no cierres la boca yo si que te mataré- dijo apuntándole con el arma en la cabeza.
-          Tu no me mandas callar, eres un cerdo, iras a la cárcel por lo que has hecho- gritó David furioso, y mirándome con tristeza de reojo.

En ese momento David tuvo una idea, discutiría tontamente con Marcos de tal manera que se acercara más a él y cuando lo tuviera cerca y algo distraído le arrebataría la pistola, con intención de acabar apuntándoles a los dos, a Marcos y a Carlos que estaba detrás de él agarrándole.

-          Jaja, ¿yo? ¿a la cárcel? Que miedo ¿verdad Carlos?- decía Marcos a carcajadas sin parar de burlarse de David- Me parece que antes de que yo vaya a la cárcel, tu estarás muerto y tu queridísima Elena, será solo para mi.
-          Oye tio, no te pases- dijo Carlos con tono enfadado por tal comentario- No será tuya, acordamos que para los dos o nada, que además contigo no quería nada, realmente estaba enamorada de mi no de ti- decía Carlos furioso y distrayéndose de su tarea, que era amenazar a David con el cuchillo .
-          Tú te callas, aquí el que manda soy yo y haré lo que me plazca con ella. Dijimos que tú querías vengarte de este niñato y aquí lo tienes, pero la zorra de Elena es mía- decía enfadado y acercándose a Carlos, aunque no dejaba de apuntar a David con la pistola, pero sin ni siquiera mirarlo.- ¿Qué te crees? ¿Qué a ti también te quería? Ohh que tierno- decía girando su cabeza a uno y otro lado y poniendo los ojos en blanco- Pero que inocente eres tío, para Elena tu solo fuiste un capricho más, un juguete para calmar el vacio que sentía ante la ausencia de él. Sigue sorprendiéndome lo idiota que eres- decía mientras seguía riéndose vengativo y desconcentrándose de apuntar a David.
-          Mira hijo de puta, como no te calles la boca te mato, Elena me quería, tu no sabes nada, así que cállate, y si quieres que terminé el trato contigo Elena será para los dos o si no acabaré contigo aquí mismo- decía Carlos furioso, quitando el cuchillo de la espalda de David y apuntando ahora a Marcos.

David, vio en ese momento su oportunidad, ninguno de los dos estaba apuntándole. Seguían discutiendo para quien de los dos sería. “Ni que yo fuera una puta”- pensé.

Se reía por dentro de lo imbéciles que eran al dejarle suelto en ese momento, pero se acordó que yo seguía tirada en el suelo y tuvo ansias de correr hacía mi y llevarme lejos de allí.

Pero antes tenía que deshacerse como fuera de los dos. Así que mientras aquellos dos seguían discutiendo, en un descuido David consiguió arrebatarle la pistola a Marcos, haciendo que los dos pararan de vocear y lo miraran asustados. Él los apuntaba a los dos.