Toda una vida luchando por alcanzar la felicidad siempre deseada, para conseguir al amor de su vida... Y tras ello, errores, traición, celos, muertes, infidelidad, venganza, caprichos... El no saber tomar buenas decisiones y no aclarar sus sentimientos, llevarán a Elena a tener un corazón caprichoso.



viernes, 27 de agosto de 2010

"Corazón caprichoso" Capitulo 3: Primera parte

David
                                                                   
Dejé de pensar en aquel día y me centré en lo que estaba haciendo. Aún tenía la foto de los dos en mi mano, la volví a mirar fijamente y como si le tuviera delante besé el rostro de David en la foto añadiendo: “Te quiero pequeño” y apreté la foto contra mi pecho lo más fuerte que pude, como si así consiguiera que él volviera a mi corazón…




Decidí dejar la foto apartada junto con la pulsera y el anillo, ya que esos tres recuerdos quería tenerlos más cerca de mí durante un tiempo.


Y por último, volví a rebuscar en el cajón buscando otro regalo que me llamara la atención y pudiera recordar de nuevo. Aun guardaba una rosa, no entendía como aun seguía allí, si por lo general se marchitan enseguida, aunque estaba bastante marchitada y arrugada aun seguía en pie por el tubito de agua que tenía debajo, aun así era muy extraño. La cogí y me la acerqué para olerla. ¡Vaya tontería!, sabia que ya no tendría olor, pero al cerrar los ojos e imaginarme el día en el que David me la regaló, aun podía sentir su aroma… Mmm… un olor a rosa fresca recién cortada, junto con el olor de la colonia de David…


Recordé que fue una mañana cuando me desperté y estando sola en casa llamaron a la puerta. Miré por la mirilla y era él. Me alegraba verlo tanto por las mañanas, era como si empezara mi día con un poco más de luz. Abrí la puerta y con una gran sonrisa me dijo:


- ¡Buenos días preciosa! ¿Qué tal has dormido? –dijo sonriente y muy cariñosamente.


- Pues la verdad que muy bien sobre todo sabiendo que volví a soñar contigo- le confesé sonriéndole.


Él aun tenía la rosa escondida tras su espalda y antes de que me diera tiempo para hacerle pasar se adelantó, saco la rosa y la puso en mis manos.


- Esto es para la chica más guapa del mundo, una rosa que sé que tanto te gustan, te quiero Elena- me dijo dándome un corto beso en los labios.


- ¡Ohh! David... es… es preciosa, gracias pero no tenias que haberte molestado cielo, aunque mm…-dije oliéndola- huele muy bien y además también tiene tu aroma, ¡Es fantástico!- dije llena de alegría y dándole un gran abrazo.


- ¡Me alegro que te guste preciosa! Pero no tienes que agradecerme nada, lo hago con todo el cariño del mundo- me confesó haciéndome que me ruborizara.


- Lo sé y por eso te doy las gracias. Pero bueno pasa pasa, que aun estas en la puerta- le dije disculpándome.


Aquella rosa me resultó un regalo tan especial como muchos otros pero que me gusto conservar aunque sabía que nunca quedaría intacta. En esos momentos me vino a la mente una canción… “Una mujer que vendía flores, me intento vender una rosa. Mientras yo la despreciaba, porque son muy venenosas… Sirven pa´ decir te quiero, pero el tiempo las destroza… Y el cariño verdadero, ni se vende, ni se compra…” Magnifica canción, y que razón llevaba… Eso mismo tenía que haberlo sabido David…


“Creo que ya no aguantas más pequeña rosa, ya has vivido bastante”- me dije para mí misma. Y la tiré a la papelera que tenía en el cuarto debajo del escritorio. Me dolió tener que deshacerme de ella también pero bueno, era algo que no podría seguir manteniendo asique me calmé ya que sabía que tenía más regalos que jamás tiraría…


Finalicé mi recordatorio por aquel cajón, pero antes de cerrarlo pensé que también quería tener más a mano la carta que hace unos minutos había leído. Así que decidida la cogí y la aparte junto con el resto de regalos. Ahora si cerré el cajón y eché la llave para quizás no volverlo a abrir jamás, o eso pensaba.


Cogí la llave y los regalos que había dejado apartados: la pulsera, el anillo, la foto y la carta y me dirigí hacia mi habitación para guardarlos en mi mesita de noche, lo más a mano posible y así cada noche cuando le extrañara podría coger la foto y mirarla las veces que quisiera…






De repente llamaron a la puerta, y salí disparada a abrir gritando “Ya voy”. ¡Claro! No me acordaba era mi amiga Marta, había quedado con ella para ir a tomar algo y charlar, ya que hacía muy buen día y en casa nos asariamos. Estábamos a principios de Junio, pero ya el calor se empezaba a notar. Abrí la puerta y allí estaba ella tan guapa como siempre, la verdad que siempre la había envidiado, parecía como una bella escultura, cabellos rubios y rizados, una esbelta figura, ni muy delgada ni muy gorda, así me gustaba, con unos ojos azules preciosos y unos finos labios que siempre pintaba de rojo. Yo la convencía de que era de por si guapa sin maquillaje pero a ella le gustaba demasiado la moda y el hecho de ir guapa le hacía sentir muy bien. Siempre vestía muy elegantemente, se pusiera lo que se pusiera iba bien incluso con chándal. La admiraba tanto... A veces incluso llegaba a soñar que era como ella, que tenía ese fantástico cuerpo, pues el mío de nunca me había gustado, yo me vi siempre gorda aunque ella me lo negara, bueno ella y todas mis demás amigas, incluso David me lo negaba… Ais… David... David…


Un chasquido de dedos hizo que bajara de la nube a la que había subido contemplando a Marta y recordando a David.


- ¡Pero bueno Elena! Estoy aquí, ¿se puede saber en qué pensabas? ¡Baja ya de la nube en la que estabas, por favor!- dijo con una cara de medio enfado.


- Lo siento Marta, es que eres tan guapa y vas tan mona siempre que me dejas embobada- dije sacando una sonrisilla.


- Anda no digas tonterías que vas a hacer que me sonroje, además tú también eres muy guapa- me convenció.


- Eso no es verdad, ojala fuera como tú…- dije agachando la cabeza y sintiendo hasta vergüenza de mi misma…


- Ais… esta chica siempre igual ehh. Anda calla calla por que si no voy a acabar enfadándome contigo y de verdad. Y a todo esto… ¡qué haces que no estás cambiada! ¿Es que acaso no te acordabas que habíamos quedado?- dijo un poco ofuscada.


- Pues la verdad que se me había olvidado por completo, es que… no ha sido una tarde muy alegre que digamos…- dije entristecida.


- Uff, eso suena mal y creo temerme lo que es… Bueno escucha, ahora por el camino me cuentas porque si no a este paso nos cierran el café y tengo ganas de salir contigo y tomar algo. Así que vamos a ponerte guapa a ver si consigo animarte un poco hija porque vamos…- dijo a toda prisa mientras entraba y cerraba la puerta.

8 comentarios:

  1. me encanta.... Ya lo sabes!!!!!! espero ansiosa el siguiente eh? no te m retrases como en otra historia ejem.....!!!! xD te kieor wapa. Sigue asi...... muuuukas!!!!!

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  2. madreee miaaaa esta muy bien tia
    sigue asi k lo aces genial

    (por cierto cristian es muy wapo jejeje)
    tQ

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  3. cristian? xDDDDDDDD Davidd!!! jajaja pero sii es guapiisimoo aiiiss =).. omgg

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  4. ahh perdona se ma a olvidado daros las gracias x vuestros animos chicas! os kiero intentare subirla pronto como mucho mañana o pasado =)

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  5. se estará confundiendo con cristian, el de maria, jajajaja!!!! tantas historias... transtornan, jajajajaja!!!! ami m pasaria... no se como no he mezclado personajes antes, jajaja!!!! besos wapa.. estaremos esperando ansiosas!!!! xD

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  6. m encantaaa esta historia ya lo sabes, son muy diferentes a las q escribistes antes y lo sabes, te estas super mejorandoo, conqq sigue wapa, tqqq, deseando saber mas de David. tqq

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  7. Hola cristinaa ^^ gracias por estos capitulos tan lindos ^^ estan llenos de sentimiento ^^ me encantan
    Animo con el siguiente capitulo ^^ kiss xaoo

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  8. ke pasada!!!! me encanta!!! kiero saber ke pasa despues jej, bss

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