Toda una vida luchando por alcanzar la felicidad siempre deseada, para conseguir al amor de su vida... Y tras ello, errores, traición, celos, muertes, infidelidad, venganza, caprichos... El no saber tomar buenas decisiones y no aclarar sus sentimientos, llevarán a Elena a tener un corazón caprichoso.



domingo, 3 de octubre de 2010

"Corazón caprichoso" Capitulo 7: Segunda parte

Marta seguía pensando en su decisión de presentarme algún chico con el que pudiera “distraerme”. Iván y Marta llevaban unos meses viviendo juntos y como cada noche cenaron en casa. Durante la cena ella le contó a su novio que ya sabía que chico tenía en mente.
-        Cariño, pues he estado pensando y creo que sé quien puedo presentarle a Elena para que cambie su actitud y se anime.
-        ¿Ah si? ¿Y quién es?- preguntó Iván con curiosidad.
-        Pues había pensado en Carlos, es un chico muy majo, simpático y no es mala persona, además le conozco bien y sé que se desvive por las personas a las que quiere. Estoy segura que si todo saliera bien sería el chico perfecto para Elena… ¿Qué te parece?
-        Llevas razón, no había caído en él, pero si es verdad, Carlos es un buen tío, además yo me llevo genial con él y también lo conozco y no creo que la haga daño. Y bueno… todo hay que decirlo, es bastante guapo- dijo incitando a su novia a que diera una respuesta.
-        Bueno… pues… si pero…- decía Marta entrecortada para que su novio no se pusiera celoso.
-        Ja ja, anda tonta que no me importa que lo digas si yo sé que me quieres mucho ¿verdad?

Marta suspiró tranquila y miro con cara de enfado a Iván pues la había puesto en un aprieto.

-        No me vuelvas a hacer eso tonto- dijo ella aparentando estar enfadada.
-        Es que me ha hecho gracia la cara que has puesto, incluso así estas más guapa- dijo con una sonrisa pícara.
-        Bueno, Carlos es guapo, si, y tiene unos ojos preciosos, pero no más que tu… Tu siempre serás mi tesorito- dijo dándole un tierno beso.

Al final los dos decidieron que Carlos era una buena opción.
Yo no le conocía, pues Marta nunca me lo había presentado, y era casi el único amigo que ella tenía y que no conocía aun, pues casi todos sus amigos también eran mis amigos.

                                          ………………………………………………………..

Me fui enseguida a la cama para repasar mentalmente aquel día tan movidito que había tenido. No podía quitarme de la cabeza a Marcos y de vez en cuando me aparecía la imagen de David. ¿Querría sustituir el amor de David por el de Marcos? ¿Le diría que si a Marcos, solo para no sentirme sola y poder sentirme querida? Eso no sería justo, pues no se merecía eso. Creía que lo mejor en ese momento sería conocerle un poco mejor, quedar con él más a menudo para ver si realmente sentía atracción hacia Marcos y no era puro cariño de amigos.
Y pensando en todo esto e intentando aclarar mis sentimientos, me quedé dormida profundamente.

La semana pasó sin ninguna novedad, todas las mañanas me iba a trabajar al colegio y venía a comer a casa, por las tardes hacía cosas en casa, o  algunas me tenía que quedar en el colegio preparando clases, ordenando, etc.  Otra tarde quedé con Marta para ir de compras, otra con Ana para avisarle sobre la fiesta que mi amiga tenía planeada para ese fin de semana, etc.

Los pensamientos hacía Marcos acabaron pronto, pues decidí que no sentía algo más por él, simplemente amistad. No me llamo en toda la semana, supongo que aun estaba arrepentido de haberme contado sus sentimientos, yo tampoco quise llamarle, no quería estropear la amistad que teníamos y además le vería pronto en la fiesta…
Para el viernes yo había quedado con Marta, pero lo que no sabía era lo que me tenía preparado mi amiga. Aunque algo me avisó y me contó que sería probable que también se apuntara a la quedada Carlos, aquel chico que Marta estaba empeñada en presentarme. Yo seguía con mi nueva mentalidad y se me notaba muchísimo el cambio. Ahora si era yo, siempre sonriendo, guapa, con ganas de vivir y con una energía en el cuerpo increíble.
Todos los días procuraba ir bien arreglada con la nueva ropa que me había comprado con Marta aquella semana. Aunque tampoco dejaba de lado la ropa vieja pues no me quedaba tan mal.
Llegó el viernes por la tarde, después de una larga mañana de trabajo, antes de que Marta llegara acompañada de Carlos, decidí darme una ducha relajante antes de prepararme, pues aun quedaba bastante para que llegaran y esta vez sí que no iba a permitir que me esperaran, además de que me daba vergüenza y temía lo que pudiera pensar Carlos de mí. Me relajé durante diez minutos bajo el agua mientras caía por mi cabeza. Cuando salí de la ducha con una toalla, busqué en el armario algo para ponerme.

-        ¿Vestido o pantalón corto?- pensé hablando para mí misma- No, no ¿o mejor vestido y falda?

No quería lucir mucho mis piernas, pues no me gustaban nada y prefería evitar enseñarlas, sobre todo si había chicos a la vista, por lo que al final me decanté por un vestido por encima de las rodillas rojo, con tirantes finos y escote en pico. Me gustaba como me quedaba ya que el rojo favorecía bastante a las morenas, o eso creía yo, pero me sentía muy bien y cómoda. Cogí mis tacones rojos y me los puse. Me miré en el espejo del armario y me vi magnífica.

-        Vaya Elena, va a resultar que vas a ser guapa y todo- dije para mí misma sin poder evitar reírme.

Como aun tenía tiempo hasta que mi amiga llegara, decidí rizarme el pelo, además de que me gustaba, me daba un aire de chica más sexy y joven y quería causar buena impresión a aquel nuevo chico que Marta traería. Me entraba curiosidad por conocerle, pues ella siempre estaba hablándome bien de él para intentar convencerme que era un gran partido para mí, así que ya que se empeñaba en presentármelo, pues quería ir bien guapa.
Cuando terminé de arreglarme el pelo me maquillé de manera natural, no muy recargado pero sí que se notara. Pinté el parpado de los ojos de una sombra roja para resaltarlos bien y así que contrastara con el vestido, rímel en las pestañas y solo brillo para mis labios, pues ya bastante había resaltado los ojos… Me miré al espejo y la verdad que estaba estupenda. Marta no me había notado mucho mi nueva mentalidad, pues cuando fuimos de compras a penas estuvimos tiempo y no mostré muchas señas de alegría y, por lo tanto, quería sorprenderla y que se llevara una alegría. Bueno no solamente pretendía sorprender a Marta, sino también al acompañante.

“DING DONG” Sonó el timbre, Marta y Carlos ya estaban ahí. Fui lo más deprisa que pude a abrir y allí estaba Marta tan guapa como siempre y a su lado, había un chico, supuse que sería Carlos.

3 comentarios:

  1. diiioooooss esta perfecto el capitulo :)
    me encanta tia espero el sigiente, pero no me lo dejes tan interesante jjejejej
    sige asi besos te kiero

    ResponderEliminar
  2. Wapaaaaaaaaa!!! sabes que me encanta!! al fin pude pasarme y leerlo!!! asik aki estoy comentandote!!!!!! ya sabes k m encanta y ya kiero leer el siguiente!!!! un besito mi niñaaa!! te kierooo!!!

    ResponderEliminar
  3. pero cm lo dejas asiiiiiii¿? en lo mejorrr¿? ahora m kedo con ganas de saber q tal ira la cita entre ella y ese tal Carlos, vams a ver q tal es ese tiooo¿? buenooo decirt q me encantooo nena cm n m iba a gustarrr xDD deseando leer el siguientee xDD

    ResponderEliminar