Poco a poco fui enseñándole la casa y parece que le gusto a pesar de ser sencilla. Pero David era un chico que se fijaba bastante en los detalles y enseguida que vio que en la casa no había nadie a parte de Luna y yo no dudó en preguntar.
- Por cierto, ¿Dónde está tu madre? ¿Es que trabaja?- preguntó curiosamente.
- Pues no, no exactamente, no está porque… se fue hace tiempo…- dije agachando la cabeza.
- ¿Qué se fue?- pero claro David no era tonto y me conocía perfectamente y cuando me veía con la cabeza agachada y triste es que algo iba mal- Espera, espera, me estás diciendo que tu madre…- pero no le deje terminar.
- Si David, mi madre murió a los pocos meses de mudarnos aquí, tras la separación de mis padres ya sabes que tuvimos que mudarnos a Cádiz y bueno… al poco de llegar le detectaron algo tarde que tenía cáncer, no pudieron salvarla y murió…- le conté como pude, pues mis ojos se ponían llorosos.
- Dios mío, yo… lo siento mucho, no sabía nada, debiste de pasarlo muy mal y no solo por eso si no también por mi culpa. Se te junto todo y…- me decía muy arrepentido y algo triste- me siento fatal por lo que te hice Elena, no te lo merecías y yo… yo fui un cabrón que te dejé cuando más apoyo necesitabas.
Yo seguía con los ojos llorosos y al escuchar aquellas palabras sentí la necesidad de llorar mas y mas y de abrazarle muy fuerte.
- Yo…, yo…- pero no pude hablar más, me arranqué a llorar como una niña pequeña y le abracé lo más deprisa que pude para que no viera mis lágrimas.
- Ya por favor no llores, que me siento fatal al verte así, no quiero que sufras más Elena, ya bastante has pasado. Espero que algún día puedas perdonarme- me susurró mientras me abrazaba.
Pero David no era de piedra y no pudo evitar que alguna que otra lágrima se resbalara por sus mejillas. Y cuando me separé de él para mirarle a los ojos vi que por sus ojos caían varias lágrimas y sentí lástima, me sentía mal verle así, realmente se notaba que estaba arrepentido, pero no era justo que le perdonara tan fácilmente. Jamás había visto llorar a David, nunca desde el tiempo que le había conocido y aquello me conmovió, me extrañó y me dejo perpleja.
- David, por favor, no llores tú también, no me gusta verte así. Además no te preocupes tanto por mi, lo pasado, pasado está y cada uno tenemos nuestras vidas, yo he aceptado la muerte de mi madre, y aunque me costó, acabé aceptando que tu también te fuiste de mi lado, pero no pasa nada, ya no es tiempo para arrepentirse- le dije con una sonrisa y secándole las lágrimas.
- Pero yo… yo…, uff- dijo soltando un suspiro- está bien, llevas razón- dijo a regañadientes.
- Venga anda vayámonos ya que al final se nos pasa la hora del café- dije sonriente.
David asintió y detrás de mí me seguía hasta la puerta. Salimos del portal y nos dirigimos al café que estaba dos calles más abajo. Por el camino apenas hablábamos, él aun se sentía fatal, iba con la cabeza cabizbaja, yo le miraba y me entristecía al verle así, así que en un momento le paré para que me mirara, le alcé la barbilla, le cogí de la mano con la mano que tenía libre y le dije seriamente:
- Por favor David, vale ya, no estés así que se me parte el alma. Escúchame, yo estoy dispuesta a perdonarte pero tendrás que ganarte mi perdón.
- Yo…- dijo mirándome sorprendido- Gracias Elena, eres estupenda, de verdad que te demostraré cuanto me arrepentí aquel día de dejar escapar a una chica tan maravillosa como tu- me dijo mientras por fin volvía a sonreír.
Nuestros rostros estaban muy cerca el uno del otro, sentíamos nuestras respiraciones y ambos teníamos dibujada una amplia sonrisa, por que por mucho orgullo que tuviéramos y por mucho daño que David me hubiera causado, aquellas palabras y aquella mirada me atontaban.
En esos momentos me dejé llevar por mi impulso, y al tener tan cerca los labios de mi querido David, no pude evitar besarlos. Un pequeño beso pero apasionado que él me devolvió de buena gana y cogiéndome de la cintura. Al poco de separarnos, me arrepentí de haberlo hecho. “¡No Elena, ya has caído en su trampa, no debiste hacerlo, no te dejes llevar!” mi conciencia me repetía eso y solo tuve palabras para pedirle perdón:
- Yo… lo siento no debí hacer eso -dije agachando la mirada.
- No, no lo sientas, ha sido precioso y te lo agradezco, no te imaginas cuanto te echaba de menos. Casi olvidaba lo bien que besabas- dijo con una sonrisa picara.
Volví a sonrojarme y de la mano llegamos caminando por fin al café. En el fondo me sentía exitosa, había vuelto a besar a mi amado, pero creía que no era lo correcto por qué quizás el ya no quería nada, o quizás tendría ya novia y… ¡Dios mío! Le había besado sin pararme a pensar si tenía novia.
En cuanto estuvimos sentados en una pequeña mesa y ya habíamos pedido los cafés, quise preguntarle discretamente si ya había encontrado una sustituta mejor que yo.
- Lo siento, me acabo de dar cuenta que te he besado y tu novia como se entere me matará - dije algo tímida.
- Jaja, no digas tonterías pequeña, yo no tengo novia todavía y no creo que jamás encuentre a alguien mejor que tu. Dejaste el listón bastante alto la verdad, y nunca conseguí olvidarte
- Vaya… pues… yo… emm… gracias- dije roja como un tomate y sin saber que contestarle.
“Esto va mal Elena, muy mal ya empieza sus falsas palabras para embaucarte”-pensó una parte de mi. Pero no podía ser tan malo si me miraba con esos dulces ojos como si fuera un angelito indefenso, inocente, capaz de no hacerme daño de nuevo.
- Es verdad Elena. Y bueno… ¿tu? ¿Ya encontraste a un chico mejor que este cabrón?
No pude evitar reírme y poner un gesto de enfado.
- No digas bobadas, pues bueno, se me han presentado ocasiones pero no son tan buenos como tú. Pero bueno, supongo que tendré que mentalizarme que lo nuestro acabó y ya no habrá nunca nada entre nosotros dos -dije algo triste.
- Por favor Elena, no me digas eso. Si pudieras perdonarme y darme una segunda oportunidad. Yo… bueno, a mi… me encantaría volver a tenerte entre mis brazos, me encantaría continuar lo que dejamos parado durante dos años por mi culpa. Si tú quieres claro, pero bueno si hay otro lo entenderé y me alejaré de ti para no molestarte jamás. No me perdonaría que volvieras a sufrir de nuevo.
me encanta el capitulo pero no entiendo pork cae otra vez teniendo al xico k tiene cn ella en ese momento pobrecito cuando se entere k david a vuelto despues de la tarde/noxe k pasaron madre mia.....
ResponderEliminaresepro el sigiente wapisima sige asi besos tQ
Madre mia, cada vez se pone mas interesanteeee!!! Niñaaaa, otra vez los puntos suspensivos? Jajajaja, ay menos ,peor aun ay, jajaja, pero bueno, me has dejado atónita con la historia, ni e pestañeao y con la boca abierta m has dejao, jajaajajaja!!!! Bueno mi niña, ke te kiero mucho, k eres una artistaza!!!! Y si no lo sabias.. Coincidencia Condenada, capi 9 subido, jejeje, Espero te guste y .. el siguiente m toka a mi!!! Jum.. xDD bsotes mi niña, teQQQQ
ResponderEliminarMe encanta...Sigue escribiendo..
ResponderEliminarse esta poniendo buenisiimo :D
Pasate por mi blog ;)
esta Elena es un caso a parteee, despues de lo q sufrioo p ell y se deja engatusar de nuevooo :( y encimaa la tia dicee q n a encontradooo a nadieeee!!!!!!!!!!!!!!! esq vamsss
ResponderEliminarNena m encantoo el capiii aunq n kiero q se vaya con Daviddd, n con ell nnnnn!!!!!!!!!