(Elena)
Subí a casa y como ya era mediodía decidí hacer la comida. Recordé que la fiesta era a las ocho justamente cuando Carlos pasaría a recogerme. ¡Dios mío! Y aun no tenía pensado lo que ponerme, estaba claro que quería lucir un vestido, pues me encantaban para ocasiones como esas donde se reunía mucha gente y solía ser el centro de atención quien más guapa o guapo iba.
En ese momento sonó el teléfono. Era Oscar, me extrañó que me llamara a esas horas pero seguramente como ayer no había podido pues llamaría ahora.
- ¡Hola Elena!
- Hola Oscar, ¿a qué se debe tu llamada?- pregunté.
- Ah ¿es que ya no me echas de menos? Como ayer no pude llamarte… pues te llamo hoy antes de vernos en la fiesta…
- Eso sí, ¿y por qué no pudiste llamar ayer? A saber donde estarías pillín- dije riéndome.
- Que va, yo soy un niño bueno, nada estuve cenando fuera con María, la llevé al restaurante más lujoso y el mejor hablado de Cádiz. Así la compensaría por lo ausente que estado con ella a causa del trabajo.
- ¡Vaya, que romántico! Ha sido todo un detalle por tu parte, seguro que te lo agradeció mucho…
- Uf, ni que lo digas, ya ves si me lo agradeció, ¡menuda noche!- reía pícaramente.
- Jaja, ya puedo imaginármelo. Bueno, a todo esto te quiero ver guapo esta noche eh- le insinué.
- Hombre por supuesto, y tu también ¡eh! aunque bueno tu ya eres guapa de por sí.
- Que va no exageres, pero bueno lo intentaré.
- Oye ¿quieres que te recoja y nos vamos en mi coche María tu y yo?- se ofreció.
- Pues, muchas gracias Oscar pero el caso es que ya tengo acompañante, lo siento…
- Uy uy uy alguien se me ha adelantado, ¿y de quien se trata si se puede saber?- preguntó curioso.
- Pues… yo… bueno ayer conocí a un chico llamado Carlos, que me presentó Marta y bueno ambos nos hemos atraído y se ofreció para recogerme, ya que él también va a la fiesta.
- Aahh, ya sé de que Carlos se trata, vaya vaya Elena, con que ya con pretendientes ehh. No, ya en serio, no sabes cuánto me alegro, que hayas sentado la cabeza y te hayas fijado en alguien que te merezca. Carlos es muy buen tío, te lo aseguro, somos amigos y es muy respetuoso, no sé, a mí me gusta para ti.
- Bueno bueno Oscar, no adelantes acontecimientos, que de momento solo nos vimos un día, pero bueno la verdad que si me gustó…- le dije, aunque en parte le estaba mintiendo porque la atracción que sentí ayer hacia Carlos se había desvanecido al ver de nuevo hoy a David.
No iba a contarle ni media palabra a Oscar del regreso de David, si no me mataría, aun no…
- Jaja, lo sabía, bueno ya se verá, pues ponte muy guapa para recibirle esta tarde- rió burlándose de mí.
- Que gracioso, eso ya lo sabía yo, no hacía falta que me lo dijeras tonto.
Tras unos ratos de risas, nos despedimos, pues esa noche nos veríamos y ya charlaríamos tranquilamente.
Luna y yo comimos, comida diferente claro, y después yo me fui al salón a preparar ciertas cosas para la fiesta y ordenar un poco la casa. Aunque estaba algo cansada, pues aquella noche no había dormido bien, la verdad que ya llevaba unas cuantas noches así. Me levanté del sofá dispuesta a echarme en la cama, pero enseguida noté un mareo y dolor de cabeza. En cuanto se me pasó, me tomé una pastilla, cogí el móvil y me fui a la habitación para echarme un rato. Me puse el despertador para que me sonara en dos horas. Dos horas estaba bien, así luego por la noche no estaba cansada y disfrutaría de la fiesta.
Después de dormir un rato, sonó el despertador. Aun quedaba tiempo para que llegasen las ocho, pero decidí elegir ya el vestido que iba a llevar. Después de quince minutos indecisa, opté por mi vestido fucsia que era de noche y más bien para vestir un poco más. Me encantaba ese vestido pues me estilizaba mucho con unos buenos tacones, y como no, para los tacones yo era algo especial, siempre me gustaban bien altos aunque luego como todas me cansaba de ellos y solía echar unas manoletinas en el bolso. Dejé el vestido extendido encima de la cama con una torerita al lado blanca y unos tacones al pie de la cama, plateados con un brillante en el centro, preciosos. Mientras se acercaba la hora me puse a ver la tele y jugar con Luna.
Pero cuando quise darme cuenta era tardísimo.
- ¡LAS SIETE Y MEDIA! Dios mío tengo media hora para ducharme, secarme el pelo, vestirme, maquillarme, peinarme y ufff…- gritaba mientras me dirigía corriendo hacia la ducha sin perder un minuto.
Me duche tan deprisa como pude, creo que en cinco minutos logré salir del baño, un record mundial para mí, pues tardaba bastante siempre. Me sequé corriendo y busqué histérica un conjunto interior en el cajón y unas medias. Tarde bastante en ponerme las medias pues casi siempre las rompía, era bastante patosilla para eso. Me puse el vestido y me coloqué los pendientes, pulsera, collar y el reloj. El reloj… ¡Las 8 menos cuarto! Tenía quince minutos para arreglarme el pelo maquillarme preparar el bolso… ¡mierda, el bolso! ¿Y qué bolso? ¡Ah, ya esta!- decidí mentalmente cual ponerme, uno plateado para que conjuntara con los tacones. Me sequé el pelo y lo planché. Me maquillé en dos minutos: base de polvos maquilladores, sombra rosa, rímel, raya, colorete y carmín rosa claro.
- ¡Fantástica Elena!- pensé para mí misma.- ¡Aghhh en punto! ¡Las ocho!
Busqué el bolso y metí el móvil, el monedero y el carmín rosa que me había dado.
Carlos estaría a punto de llegar, además tenía entendido que era muy puntual, pero me temo que en esos momentos la puntualidad no me venía nada bien.
¡Ding dong! ¡Mierda, ya estaba ahí!
me encanta es perfecto el capitulo, k pasara cuando se entere carlos de lo de david?? :S :S uff k pasara en la fiesta...
ResponderEliminarmadre mia k nervios jejej epseor le sigiente impacienta wapa
pero sige asi k me encanta besos tQ
Me encanta guapa, y..... ningun punto suspensivo, jajaja ¡Increible! xDDDDDDD Espero ansiosa el siguiente eh? No te me retrases mucho!!! teQQ wapsiimaaaa!!!!
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