Toda una vida luchando por alcanzar la felicidad siempre deseada, para conseguir al amor de su vida... Y tras ello, errores, traición, celos, muertes, infidelidad, venganza, caprichos... El no saber tomar buenas decisiones y no aclarar sus sentimientos, llevarán a Elena a tener un corazón caprichoso.



lunes, 14 de febrero de 2011

"Corazón caprichoso" Capitulo 17: Segunda parte

Marcos me cogía por la cintura para que no me callera, pero tenía una resaca enorme y no hacía más que andar en zic zac arrastrándole a él también.
Los tres se despidieron y de camino al coche de Marcos, me cogió en brazos para que no me callera. Llegamos a su coche, un Audi A6 plateado, precioso. Yo iba mareadísima, me empezaba a dar vueltas todo. Me sentó en el asiento del copiloto y me abrochó el cinturón. Por el camino iba pálida, fatal, con muchas ganas de vomitar. Marcos me miraba de vez en cuando y notaba por mi aspecto que necesitaba ir al baño ya. Aceleró todo lo que pudo y al final llegamos. Pero no pude aguantar más y a la salida del coche en unos arbustos empecé a echarlo todo poco a poco. Marcos no me soltaba, me agarraba de la cintura y aguantaba el olor a mi vomito. Realmente era el mejor amigo que tener, no se separaba de mi lado en los peores momentos, al igual que ni Oscar, ni Iván lo hacían y al igual que las chicas Marta y María. Cuando ya terminé de echarlo todo caí rendida en sus brazos. El me cogió de nuevo y buscando las llaves en mi bolso abrió el portal. Yo aun no estaba dormida, podía sentirlo todo, sentía la respiración de Marcos, de vez en cuando soltaba alguna risita tonta. Sentía su aroma, un olor que tranquilizaba, absorbí el olor de su colonia en su cuello. Le agarré fuertemente del cuello. No sé por qué lo hice pero en esos momentos no sabía lo que hacía y los brazos de Marcos eran mi mejor refugio.
Cuando quise darme cuenta ya estaba dentro de casa, pero tuve una reacción tonta al sentirme así cogida en brazos por Marcos, le agarré del cuello y le sonreí medio dormida. Él logró tumbarme en la cama, pero yo no le solté haciendo que él se cayera  a la cama también conmigo.
Nos reíamos, parece que ya estaba mejor aunque tenía muchísimo sueño, y aun no sabía lo que hacía, no era consciente.
-          Marcos… muchas gracias has sido… todo... un caba… caballero- decía entre los efectos del alcohol.
-          No es nada- dijo entre risas por mi estado- cualquiera lo hubiera hecho, no podía dejarte sola, estas fatal creo que debes dormir un poco ¿no crees?- me preguntó intentándose levantarse de la cama.
-          No por favor, no te vayas. Yo me siento sola y te necesito.
Aquellas palabras debilitaron a Marcos. Mi mirada tierna le hipnotizó, aquella petición no podía incumplirla. Ansiaba en su mirada quedarse a mi lado y aunque sabía que solo había amistad entre ambos, él  esperaba que aquella noche fuera distinta.
Estábamos muy cerca, tumbados al lado, notábamos las respiraciones, y yo seguía sin saber lo que hacía, así que repentinamente me acerqué a él, respiré fuertemente al lado de su cuello, absorbiendo su aroma. Me acerqué lentamente a su mejilla hasta bajar a su boca. Y sin quererlo le besé apasionadamente. Sin ni si quiera pensarlo Marcos se dejó llevar, estaba sin control y el tenerme tan cerca supongo que le borró la mente y no pensaba lo que hacía, pero yo tampoco.
Recordaba el momento que le vi con Claudia y sentía celos, pero ¿por qué? Si realmente yo quería a David. ¿Qué estaba haciendo? Estaba traicionándole, dándole ilusiones a mi amigo Marcos y todo por celos a Claudia. No me reconocía, pero en ese momento nada me importaba.
Comenzamos una loca noche apasionada, llegando hasta donde nuestros cuerpos pedían y la pasión nos dejaba. Disfrutábamos de la ternura y el roce de nuestros cuerpos desnudos, nos dábamos placer mutuamente hasta que yo, perdí el control de la razón. Me giré para colocarme encima de él, con nuestros cuerpos desnudos y en un momento de locura dejé que Marcos entrara en mí, haciéndome suya, sintiéndole mío por una noche. ¿Egoísta? Sí, quizás. Un baile desenfrenado de pasión que nos llevó a ambos al clímax. Seguidamente nos separamos y caí rendida en sus brazos, durmiéndome a los pocos segundos.
Aquella noche fue una noche muy pero que muy larga y llena de emociones, baches y también buenos momentos que supimos celebrar. Pero sobre todo llena de errores, traición y celos que condicionarían mi futuro.

1 comentario:

  1. Me encanta tiaaaaa!!! Como sabia k iba a pasar algo, pero.. tu crees que cuando lo besó, le sabia a vómito? no se lavó la boca ni nada xD jejeje, pero esta genial. Esperando al siguiente ansiosa y liada, jeje. Un besito mi niña, teQQ

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