Toda una vida luchando por alcanzar la felicidad siempre deseada, para conseguir al amor de su vida... Y tras ello, errores, traición, celos, muertes, infidelidad, venganza, caprichos... El no saber tomar buenas decisiones y no aclarar sus sentimientos, llevarán a Elena a tener un corazón caprichoso.



viernes, 4 de marzo de 2011

"Corazón caprichoso" Capitulo 19: Primera parte

Las horas se me hicieron eternas, pero al fin  llegaron las seis de la tarde, hora en que había quedado con David. Me cambié de ropa y me puse unos vaqueros y una camiseta ajustada color rosa. Tenía unas ganas impresionantes de abrazar a mi querido David, besarle, sentirle cerca, y sobre todo ver si podía aclararme de una vez por todas. Si realmente quería volver con David, o preferiría a Marcos, o tal vez a Carlos. O... Demasiadas dudas. Iba a explotar por momentos, por mucho que no quisiera pensar en todo el marrón que me había metido, acababa siempre recordándolo.
“Ding dong”- ahí estaba, le abrí sin contestar por el telefonillo, sabía de sobra que era él, pues ya eran las seis en punto. Le esperé en la puerta y contemplé como salía del ascensor y se acercaba por el pasillo a la puerta.
-        Hola preciosa- me saludó y me dio un pequeño beso en los labios.
-        Hola David, pasa- le dije invitándole a entrar.
Nos sentamos en el sofá y decidimos ver una peli, “Luna Nueva”. Decidimos ponerla tras comprobar que nuestros gustos por aquella saga eran iguales. Conforme pasaban los minutos de la peli, instintivamente me acercaba a David y me abrazaba a él, apoyando mi cabeza en su pecho y él acariciando mi pelo. Aquella sensación me daba tranquilidad, calma, me hacía que pensara las cosas con claridad. Volví a hacerme la misma pregunta “¿Elena, quieres estar con David o con Carlos, o tal vez con Marcos? A ver empieza a descartar. Marcos, si es muy majo, simpático, una gran persona, vale, si me he acostado con él, pero no siento nada más que amistad. No, definitivamente Marcos descartado. ¿Carlos o David? Uff complicado, creo que David, pero necesito tiempo para ver acontecimientos.
David parece que tampoco estaba muy atento  a la película, pues de reojo pude notar como no hacía más que mirarme y sonreírme. Pero no hablábamos, el silencio nos invadía, pero de pronto empezó a hablar.
-        ¿Sabes Elena? Echaba de menos momentos así a tu lado, tranquilos, acariciándote. Espero que estés a gusto, quiero demostrarte cuanto te quiero.
-        Yo…- Hice una pausa- David, necesito un tiempo para ver que tal estoy contigo, estoy muy confundida.
-        ¿Confundida? ¿Aún te duele que te dejara? Bueno, que pregunta seguro que si. Pero ¿entonces por qué estas confundida?- preguntó.
-        Pues no sé David- mentí pues no quería contarle nada de lo de Marcos o me mataba, no podía enterarse- creo que es porque ha sido todo tan rápido, de la noche a la mañana llegas tú y mi vida cambia por completo.
-        Bueno, sabes que te puedes tomar el tiempo que quieras, si necesitas que me aleje de ti durante un tiempo lo haré, solo tienes que pedírmelo.
-        No, no. Ahora lo que menos necesito es que te alejes de mí, me siento muy sola- terminé de susurrar y una lagrima resbalaba por mi mejilla.
-        Ey, Elena, ven aquí anda- me dijo mientras hacía que le mirara a los ojos y él me abrazaba mas fuerte acariciando mi pelo.
Aquel abrazo me dio miles de sensaciones, calambres, cosquillas, no sé la palabra correcta para describirlo. Me sentía protegida, me sentía querida, y sentía la necesidad de no separarme jamás de David. Ahora me daba cuenta, le quería. Mientras pensaba todo esto le abrazaba más fuerte, tanto que casi le ahogaba, pero él no se quejaba, sabía lo mal que me encontraba y quería darme todo su apoyo. Mis lágrimas empaparon su hombro, pero no le importaba. Al poco de separarnos, nuestras miradas se quedaron fijas durante bastante tiempo. No hablábamos. Solamente nos dedicábamos a mirarnos profundamente a los ojos, a contemplar nuestras sonrisas, nuestros labios. Hasta que por un impulso, esta vez fui yo quien me acerqué lentamente a él y sus labios acabaron acariciando los míos. Un beso intenso, largo, lleno de pasión, ternura, amor, cariño, respeto. Aquel beso lo dijo todo de David. Quería transmitirme con él que me cuidaría, me protegería y nunca se separaría de mi lado. Que quería verme fuerte, feliz y sonriente, que me amaba con locura y no quería que le rechazara. Ese beso, ese beso me dio tantas fuerzas, hizo que me aclarara de una manera tan rápida, que parecía imposible. Ahora sí que sí, estaba dispuesta a luchar lo que hiciera falta para poder estar con David, me enfrentaría a mis amigos incluso.
-        Gracias por estar aquí conmigo, te quiero David, y no quiero alejarme de ti. No me dejes sola otra vez por favor- le dije entre lágrimas.
-        Mi niña, sabes que nunca volveré a hacerlo, ya te deje sola una vez y fue lo peor que he hecho en mi vida. Siempre me tendrás contigo si tú quieres. Te quiero preciosa.
 Y seguimos besándonos con ternura y pasión, pero ahora, con más pasión de lo normal, un fuego interno nos quemaba y nos aceleraba cada vez más. Casi sin respiración nos levantamos como pudimos y sin dejar de besarnos, para guiarnos mutuamente hasta mi habitación. Yo le guié de buena gana y pícaramente, quitándole la camiseta fieramente por el camino. Llegamos a la habitación donde David consiguió quitarme la camiseta y bajarme el pantalón vaquero que llevaba puesto. Así poco a poco los dos nos quedamos en ropa interior, disfrutando lentamente de nuestros cuerpos desnudos y sofocando aquel fuego que tanto nos quemaba por dentro. Llegó un momento que la pasión y el fuego interno era tan grande que teníamos que sofocarlo de alguna manera. Con la mirada le pedí a David que entrara en mí. Y así lo hizo. Haciéndome suya. Sintiéndole dentro de mí. Momento que me daba tranquilidad, seguridad y hacía que me sintiera dichosa de tenerle junto a mí de nuevo. Un baile desenfrenado que duró unos minutos.
Una vez llegamos juntos al clímax, nos quedamos abrazados, yo apoyada en su pecho y el cogiéndome de la cintura. Aquel momento me hizo recordar a la primera vez que estuve así con él, la vez que perdí mi virginidad con mi amado, con esa persona que quería tanto. Aquella noche fue estupenda y siempre la recordaré, y ahora volvía a tenerle entre mis brazos, volvía a sentirle mío de nuevo, volvía a despertarme junto a él. Aunque no era de noche yo por el cansancio que tenía acabé dormida y él tras contemplarme dormir también se quedó dormido.

1 comentario:

  1. Me encantaaaaa!!! Pero yo kiero k se kede con marcos, leñe!!!! xD quiero ya el siguiente guapa!!! Un besote mi niña, cada vez lo haces mejor!!! teQQQ

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